dilluns, 5 de març del 2018

Tobeña



No és el primer que llegeixo d'aquest autor. En general Adolf Tobeña té un llenguatge que em resulta entenedor, o relativament entenedor, però aquest cop ha estat una lectura força feixuga, el més segur és que no hagi connectat, però tampoc no m'ha desagradat, només que l'he trobat massa espès.

Gairebé no tinc res a comentar i tot i arriscar-me a fer una entrada avorrida, em limitaré a reproduir alguna de les frases que, al meu parer, més reflecteixen l'opinió de l'autor.

Referent als trastorns o conductes psicòtiques:

Los ejemplos de cooperación, compasión y benignidad son múltiples y reiterados en la conducta humana, pero también lo son el engaño, el abuso, la mezquindad o la crueldad. 
(...)
Se puede llegar a la conducta antisocial y delictiva por muchísimos otros cauces que no requieren poseer los rasgos de la maldad radical y genuina que se vinculan a la psicopatía
(...)
Los psicópatas ordinarios o espontáneos NO tienen lesiones, malformaciones o anomalías diagnosticables de manera firme e incuestionable en esas regiones del cerebro. Este es un dato que conviene tener muy presente. 
(...)
En la mayoría de ellos, hay singularidades en la estructura, la interconectividad y el funcionamiento de los circuitos antes mencionados: es decir, las redes cerebrales que procesan y modulan las nociones sobre límites, restricciones y obligaciones morales, así como las reacciones y los sentimientos ante el daño ajeno. 

Parlem de corrupció:

La reiteración de la corrupción económica en todas las sociedades y en cualquier época se ha vinculado, asimismo, con la presencia inalterable de individuos con rasgos psicopáticos, generación tras generación.
(...)
Siempre hay alrededor de un 65% del personal, en cualquier sociedad, presto a corromperse si sale a cuenta. 
(...)
Es dinero estimula no solo los apetitos confesables, sino los que anidan en recodos del cerebro inaccesibles al escrutinio consciente
(...)
El soborno es un ariete decisivo para la corrosión dineraria y funciona como una ruta óptima cuando hay que quebrar resistencias y montar extorsiones o chantajes. 

També parla de la religió o més aviat del que podem entendre com a religiositat exacerbada o fanatisme:

La intensidad de las creencias o el grado de devolución importan menos que el tipo de Dios en quien se cree cuando hay que poner freno a las tentaciones o a las conductas deshonestas. (...) No hace tanto tiempo que la instalación de cámaras de vigilancia en la vía pública o de radares en las carreteras fue recibida con alarma. Hoy forman parte del paisaje y todo el mundo (o casi) acepta que han contribuido a promover la observación de reglas y límites. 
(...)
La vivencia de culpabilidad genuina comporta desazón interna por haber violado una norma importante e implica asumir la perspectiva sancionadora de los demás, junto a la auto-deprecación. (...)
La vergüenza acarrea un destacado componente de exposición pública, mientras que la culpa puede ser metabolizada en una esfera más privada.
(...)
La puesta en marcha de una decisión suicida es materia compleja, en toda circunstancia, pero cuando va acompañada, además, de ocultación eficiente, cálculo preciso y control minucioso sobre una cadena de acciones se convierte en un desafío formidable. 

I acabo amb una observació que a més de sorprendre'm m'ha capficat:

Detrás de las acciones dañinas crepitan, a menudo, potentes arietes emotivos al servicio de la combatividad: el odio, el rencor o la venganza. Aunque no siempre va así ni mucho menos. (…) el aburrimiento está detrás, en más de una ocasión, de alguna de las conductas más perversas, aunque su papel suela pasar desapercibido. 
(...)
En algunos individuos se necesita poco adiestramiento para que manifiesten y ejecuten un variadísimo repertorio de vilezas sin un motivo claro.


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