dissabte, 16 de juny del 2018

El idiota moral




Norbert Bilbeny, es serveix de nombroses referències a personatges reals o de ficció per exemplificar les seves tesis. Entre d'altres menciona:
Els set pecats capitals
Hanna Arendt
Macbeth
Barba roja
Bonaparte....

No m'ha resultat un llibre de lectura fàcil, potser per les constants referències o perquè, a vegades passa, tot i que el tema que tracta em sembla interessant, no he acabat de connectar amb el seu discurs.

Però tractaré de comentar el què més m'ha impactat. I el primer és la justificació del títol:

Cuando el idiota moral se mueve en el terreno de la guerra es un genocida; cuando lo hace en los intervalos de paz es un psicópata.
(...)
Tratar del bien y el mal en una época como la nuestra, en la que coexisten indistintamente, puede em pesar por la pregunta sobre el estado en que se encuentran hoy esos siete pecados… (Referència als set pecats capitals) 

En definitiva es centra en els assassinats massius, en aquests termes en els quals parla de forma més explícita dels pecats capitals:

Desde luego, se han dado en la historia numerosos casos de masacre o matanza de multitudes indefensas (…) Pero el asesinato de masas de nuestro siglo toma un cariz muy diferente. 
(...)
Ahora bien, el asesinato de masas de nuestro siglo difiere esencialmente de las matanzas habidas en siglos anteriores. (…) Entre los siete conocidos pecados capitales (soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia, pereza) no se halla el asesinato de masas. 

Als autors d'aquestes massacres els qualifica com a psicòpates i ho justifica:

La psicopatía escapa de aquellos trastornos psicopatológicos que evidencian una alteración intelectual, como el grupo de las demencias, el de los síndromes confusionales y la gama de las psicosis. Son otras las funciones básicas afectadas, pero no la inteligencia, de manera que el sujeto, como en los cuadros de neurosis, por otra parte, casi siempre sabe lo que hace y conserva un notable margen de control de sí mismo.
(...)
El psicópata es incapaz también de gozar el placer, porque está ausente en toda emoción. Busca, como un diablo, la satisfacción inmediata de su impulso, pero luego no hallará más placer que el que pudiera sentir un niño. 

En el cas que l'autor d'alguna massacre arribi a judici ens seguim trobant en un atzucac, doncs...:

El médico “explica” el paciente y el juez “valora” al acusado según dicha explicación, sin que el informe clínico sea por sí mismo vinculante para el enjuiciamiento penal del sujeto.
(...)
Los delincuentes con apatía moral son prácticamente incorregibles. (…) La cárcel es una medida pensada para alejarlo de sus víctimas, no para él como persona, pues en un medio tan hostil sólo conseguirá empeorar.

En definitiva:

El mal banal es tan brutal como el mal pasional y tan monstruoso como el mal satánico o el mal mesiánico, pero a diferencia de estos tres es el más siniestro por menos perverso, precisamente por ser el único en que no existe deliberación, por parte del sujeto que lo lleva a término. 
(...)
Al psicópata no hay nada que le haga perder la razón porque no tiene ninguna razón que perder. 


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