dijous, 18 d’octubre del 2018

Els Chironi, segona part







Amb el final de Estirpe, havíem deixat la família Chironi, en un moment clau, i quan tot semblava que s'esfondrava i que la nissaga s'extingia gairebé abans de començar, apareix un nou membre, un noi  que farà que tot recomenci. Així "El tiempo de en medio", la segona part de la trilogia de los Chironi, de Marcello Fois, es centra en la història d'aquest nou vingut que no és altre que Vincenzo, el fill de'n Luigi Hippolito, que va morir a la guerra, i del qui ningú no en tenia notícia.

Vincenzo descendía de los Chironi en todos los sentidos, a pesar de ser quizá demasiado alto, más alto que su padre, Luigi Hippolito

El mateix que el seu avi, Michele Ángelo Chironi ,en Vincenzo s'havia criat en un orfenat:

En los años de orfanato se ganó la reputación de niño sagaz primero, de chico sagaz después (…) Todos esperaban de él que sintiera la llamada, se esperaba de él que acabara tomando el hábito.
(...)
Cuando cumplió los diez años, el rector del orfanato de Trieste lo hizo llamar para comunicarle la existencia de un documento, una carta y una pequeña asignación económica.

Ignorant el tomb que el destí té previst per les seves vides, trobem un ancià i pensarós Michele Ángelo, que va consumint els darrers anys de la seva vida, apartat de tot i de tothom, només recordant i enyorant la seva Mercede; i la seva filla Marianna, que en té cura d'ell, després d'haver patit una dissortada història i el terrible dolor de perdre la seva família. No saben que a la porta de casa seva es troba el seu net i nebot, que indecís s'allunya i retorna fins a la casa que li han dit que és de la seva família i que en trobarà acolliment:

Michele Ángelo Chironi madrugó mucho. Era el día de su septuagésimo segundo cumpleaños y el cielo estaba oscuro. 
(...)
Había adquirido la costumbre de dormir en el lado que ocupaba su mujer Mercede antes de que ella tomara la decisión de desaparecer.
(...)
Para Marianna el olvido significaría que lo desconocido se tragara toda aquella parte de su vida que había sido real
(...)
Vincenzo permanece un tiempo interminable frente a la puerta. Ahora que ha alcanzado la meta no sabe qué hacer. 
(...)
Y Vincenzo pone rumbo al campo para volver exactamente por donde ha venido, solo que esta vez busca la ausencia escabulléndose entre las paredes de los callejones.

No hi ha cap dubte que en Vincenzo és un Chironi, perquè és una còpia exacta del seu desaparegut pare, i després de la primera i raonable sorpresa, comencen les confidències:

Y cuenta que es el hijo sietemesino de un oficial sardo y de una campesina friulana que se encontraron y se amaron. (…) Michele Ángelo se conmueve al sentir que se está escuchando a sí mismo en todos los aspectos.
(...)
El hombre tiene mucho que contar, pero por el momento se limita a decir que tras varios días de camino logró embarcar en una nave que cubría el trayecto entre Livorno y Terranova u Olbia, como fuera que se llamara.

Aviat en Vincenzo es guanya l'estimació de la família. Marianna veu despertar el seu truncat instint maternal, mentre que Michele es veu reflectit en el seu net i es renoven en ell les esperances que la farga torni a funcionar:

Él y su abuelo tienen en común que no sienten la necesidad de insistir en lo que queda claro desde el primer momento

Sent la crida de la carn, s'enamora profundament de la Cecília. Serà una relació, que com totes les de la família Chironi no està lliure de dolor, renúncies i patiment:

A pesar de que ya superaba los treinta años no se podía decir que Vincenzo Chironi fuera un hombre experimentado en mujeres.
(...)
Cuando Cecilia y Vincenzo hicieron el amor por primera vez fue como cuando un campesino o un pastor miran al cielo para saber si va a llover poniendo en juego todo aquello que han aprendido a lo largo de su vida y sin fiarse de nada más que de sus sentidos.

I així, entre entrebancs i esperances a voltes frustrades, arribem al final d'aquesta segona part de la trilogia. Un final que, com és natural, no comentaré per deixar-vos intacta la satisfacció de descobrir-lo si us decidiu a llegir-lo:

Cada cual alimenta sus propios fantasmas, y los llama de diferentes maneras. Recuerdos, en ocasiones. Los llama pensamientos fugaces, cosas que de pronto regresan a la mente sin que nuestra mente haya podido hacer nada para filtrarlos. 
(...)
Michele Ángelo Chironi, el iniciador de la estirpe junto con Mercede murió el 24 de abril de 1967. Tenia 101 años.

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