dilluns, 10 de desembre del 2018

El mundo de los prodigios




Tercera part de la "Trilogia de Deptford". "El mundo de los prodigios" de'n Robertson Davies, alhora que resol (o no) el misteri de la mort del magnat Boy Stauton ens narra  de manera molt detallada, la complexitat de la vida dels artistes dels espectacles itinerants als que gairebé per atzar, pertany el protagonista, en Eisengrim o Dempster, que tots dos noms corresponen a la mateixa persona, i que en l'actualitat potser només algunes companyies circenses mantenen:

Yo nací en 1908 (...) Cuando una madre traía al mundo a su hijo, presa de la angustia, llegaba hasta las puertas mismas de la Muerte para que el hijo pudiera disfrutar de la vida.
(...)
Comencé a dedicarme a la magia el 30 de agosto de 1918. Ese fue el día en que descendí a los infiernos, de donde no volví a sacar la cabeza hasta pasados siete años
(...)
Hacíamos diez actuaciones al día. Teníamos una hora a mediodía para comer, y otra hora libre, entre las seis y las siete

En un gir que m'ha semblat a més de sorprenent molt encertat, i que comento perquè tampoc no té cap més incidència en la resolució de la història, es desvetlla un dels misteris com ara l'origen de la pedra a la boca del difunt Boy Stauton que resulta ser la mateixa que en el seu moment, ell havia posat dins la bola de neu que va tirar i va impactar en el cap de la mare de Dempster, (ara Magnus Eisengrim) i que va originar el seu part prematur i tot un seguit de circumstàncies doloroses:

Éramos una familia sumamente religiosa, y a mi padre no le hacía gracia la feria.
(...)
Mi madre había hecho algo, yo nunca averigüé el qué, por lo cual la mayoría del pueblo la odiaba, y eso lo sabían los niños, de modo que era perfecto odiarme y torturarme

En Dempster, encara una nen, va desaparèixer un bon dia de forma un tant misteriosa i sense deixar cap missatge, i els comentaris dels conciutadans van anar en el sentit que s'havia enrolat en un circ perquè era un entusiasta de la vida circense, però la realitat va ser una altra i com el mateix protagonista ens revela:

Violado por el ilusionista del circo que acaba llevándoselo oculto para que no lo descubra. Marcará su futuro y toda su vida.
(...)
No es que me fugase con el circo, es que el circo se marchó conmigo. 
(...)
Cada violación es única para el agresor y para la víctima.
(...)
El mundo de los prodigios (aquest era el nom de l'espectacle itinerant) era propiedad de Gus y de sus hermanos, Charlie y Jerry. Eran estadounidenses.

Ha passat el temps, ara s'ha convertit en un vanitós mag internacionalment reconegut, i una companyia cinematogràfica l'han vingut a cercar perquè interpreti el paper de Jean Eugène Robert-Houdin,  en una pel·lícula on es  pretén rememorar la vida i secrets professionals d'un altre gran mag mort ja fa uns anys. I així, entre rodatge i rodatge, s'estableix una certa relació entre els diversos membres de l'equip, i en Eisengrim desgrana la part de la història que només ell coneix i que vindrà a completar les narrades en les dues anteriors novel·les de la trilogia:

Sin Eisengrim, esta película no valdría nada. (…) A fin de cuentas, como él mismo dice, es un magnífico ilusionista al estilo clásico. (…) Pero lo que creo que se nos ha pasado por alto es que, además, o por encima de todo, es un actor especialísimo.
(...)
Por más sinceros que tratemos de ser en nuestros recuerdos, no podemos dejar de falsearlos en función del conocimiento que hemos adquirido con posterioridad
(...)
No hizo falta demasiado tiempo para pasar de ser un chico extremadamente inocente a ser un chiquillo muy enterado de bastantes cosas.
(...)
El hijo del párroco de Deptford, el hijo de la loca, se había convertido en un joven de mundo con bastante experiencia en los bajos fondos, que sabía robar carteras y traficar con drogas. Sabia defenderme con una botella rota en la mano y había aprendido la manera que tienen los franceses de boxear a puntapiés. Sabia hablar y leer francés, un poco de alemán y de italiano, además de que me manejaba con soltura en un inglés infame y barriobajero que sonaba a lo peor de Willard y de Charlie debidamente combinados.
(...)
Yo he tenido mis altibajos, y los bajos sin duda que han sido abismales, pero ahora mismo soy famoso a escala limitada y soy un maestro de mi oficio, que es algo muchísimo mejor.

En conclusió:

De un modo especial y absolutamente inapropiado, fui feliz. Incluso me las ingenié para aprender un par de cosas que fueron para mí de un valor incalculable.
(...)
A lo largo de veinte años he sido, de común acuerdo, el mayor mago del mundo. Es un lugar que he ocupado con estilo. 


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