Sabían que era peligroso. (…) Un globo de gas podía explotar; no tenía nada de sorprendente que uno de aire caliente se incendiara.
(...)
Los aeronautas eran los nuevos argonautas, y sus aventuras eran objeto de una crónica instantánea.
Obstinada com sóc vaig insistir en la lectura, i, per la meva sorpresa, a partir del tercer i últim capítol, el relat dóna un tomb i s'endinsa en un tema que em resulta especialment interessant, com és el de la mort, el dol, l'aflicció...
L'esposa de Julian Barnes va morir el 2008 a causa d'un tumor cerebral. Des de aleshores, l'escriptor s'ha vist immers en un profund procés luctuós. Escrit a l'octubre de 2012, aquest llibre forma part de la seva llarga etapa de dol.
Vivimos a ras de
suelo, en lo llano, y sin embargo aspiramos a elevarnos. Terrestres, a veces
ascendemos tan alto como los dioses. Algunos se elevan por medio del arte,
otros con la religión; la mayoría, con el amor. Pero al elevarnos también
podemos caer en picado.
Sense necessitat de ser pretensiós, és fàcil pensar en deixar una empremta en els éssers estimats, això no obstant, segur que ningú no voldríem de cap manera que algú es pugui doler tant, que arribi a un punt fosc de desesperació com d'entrada s'hi va submergir en Barnes:
La cuestión del suicidio se plantea pronto y es de la más lógica. (…) Dicen (hay un montón de “dicen” sobre el duelo y el comportamiento que origina) que pensar en el suicidio reduce el riesgo de suicidarse. No sé si es verdad: a algunos debe de ayudarles a elaborar su plan. Así que supuestamente pensar en ello es un arma de doble filo.
El que sí és cert, és que no arribem a assumir que la mort hi és present en les nostres vides, que és quelcom de cert i previsible, però que massa sovint tractem d'ignorar-la. Ja fa un temps en vaig reflexionar aquí.
Afrontamos mal la
muerte, ese suceso banal y único; ya no la integramos como una parte de una
pauta más amplia.
Molt s'ha comentat i escrit referent als diferents estadis que passem quan patim una pèrdua: Negació, Ira, Negociació, Depressió i finalment, Acceptació:
Nuestro duelo se
ajusta a nuestro carácter. Esto también parece obvio, pero estamos en un tiempo
en el que nada parece o se considera obvio.
(...)
La aflicción, como la muerte, es banal y única.(...) al fin y al cabo, en ciertos sentidos puede convertirse en un espacio moral.
La aflicción, como la muerte, es banal y única.(...) al fin y al cabo, en ciertos sentidos puede convertirse en un espacio moral.
(...)
Y puesto que los
afligidos raramente saben lo que quieren o necesitan, sólo saben lo que no, es
frecuente ofender y ofenderse.
(...)
El duelo
reconfigura el tiempo, su duración, su textura, su función: un día no significa
más que el siguiente.
(...)
(...)
El dolor demuestra que no has olvidado; el dolor realza el sabor del recuerdo; el dolor es una prueba de amor.
(...)
¿Cuándo cabría esperar que “lo superes”? Los que sufren una pérdida difícilmente sabrían decirlo, puesto que el tiempo es ahora menos mensurable de lo que era.
(...)
Al cabo de unos meses, empecé a afrontar lugares públicos y a ir a un teatro, a un concierto, una ópera.
Com a conclusió:
Es lo que muchas
veces no comprenden los que no han cruzado el trópico del duelo: el hecho de
alguien haya muerto puede significar que no está vivo, pero no significa que no
exista.
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