Dues històries d'amor frustrat, les dues amb un final dolorós, d'abandó un, de mort l'altre. Els protagonistes, narradors, una àvia i el seu nét.
Ella, la Dora, que havia estat mestra durant la República i més tard represaliada, reviu la seva poc convencional història d'amor amb un final tràgic:
Dora. Todo el mundo la llamaba “abuela” o “abuela Dora”, pero yo prefería llamarla sólo por su nombre para no olvidar su esencia nunca. (…) Había sido maestra en la República, había luchado contra las normas de su época haciendo siempre lo que le había venido en gana, sin importar lo que pensaran.
(...)
Hay momentos en los que la vida te coloca en una situación compleja: escoger entre lo que puede hacerte feliz y lo que quieres que te haga feliz.
(...)
Todos los amores conllevan riesgos, pero hay algunos que sólo pueden crecer sobre la pérdida, y al final son los más resistentes.
Ell, en Gael, que ha viscut una turmentosa relació que ha acabat:
Conocí a Marta en otoño.
(...)
Pasaban los días y Marta los ocupaba todos.
(...)
No hice preguntas.
Cuando Marta me dejó, me quebré por dentro.
(...)
Nunca pensé que si aquello no funcionaba sería incapaz de regresar ileso.
Com ja he dit, són dues històries d'amor amb un final desgraciat, però dels dos, de llurs reflexions, jo em quedo, sense cap mena de dubte, amb la història i el relat de la Dora.
L'altra, la de'n Gael, em sembla intranscendent, i tot i que pel que la pateix potser semblarà dolorosa i insuportable, vistes des de fora no hi ha comparació possible.
I si hi ha qui dubta, només cal afegir algunes de les reflexions que ella li fa al seu nét, amb la intenció que li serveixen de consol:
No trates nunca de obligar a nadie a que se quede
a tu lado: dale alas para que pueda decidir libremente cuándo irse y cuándo
volver. Esa será la única manera de asegurarte un amor real y auténtico.
(...)
La vida está llena de primeras veces, de
situaciones que descubrimos al comenzar algo.
Esos momentos colman nuestra memoria.
(...)
No existe un lugar al que podamos acudir cuando nos sentimos así. (…) Debemos caminar, dar un paso tras otro, da igual hacia dónde, da igual de qué manera, mientras avancemos. (…) Pararse es como cerrar los ojos.
I què dir de la guerra? I què de la postguerra? I de les represàlies? I de les enveges?...:
Tu abuelo, por fortuna, no participó en ningún
bando. No fue llamado a filas ni le obligaron a empuñar un arma para proteger a
una población que no necesitaba defensa.
(...)
En cierto modo, cariño, una guerra nunca termina,
por eso son tan peligrosas.
(...)
La gente se volvió loca, los unos contra los
otros. (…) Siempre he respetado al que piensa distinto, pero que no me obliguen
a apreciar a aquel que escupe sobre mi libertad , porque jamás lo haré, jamás
honraré al que se cree con el poder de robar lo que es mío.
I el final:
Resulta que ese día unos desalmados le habían
sorprendido con su libro de poemas de Antonio Machado y le habían propinado una
paliza mortal. (…) Acabaron con su vida y se lo llevaron, esa noche y a
escondidas, a una fosa común.
(...)
No he vuelto a estar con alguien sencillamente
porque no lo he sentido, porque ya viví el amor una vez y aún continúa dentro
de mí.
En definitiva:
Es necesario comprender la fugacidad de las cosas
para poder atraparlas en el instante justo que nos pasan por delante.
Días sin ti
Elvira Sastre
262 pàgines
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