divendres, 13 d’agost del 2021

Rewind

Una única història, la d'una explosió, i cinc diferents perspectives. Aquest és el punt de partida del relat.

No ho acostumo a recollir, però en aquesta ocasió, m'ha semblat significativa la data de publicació i ho és perquè d'alguna manera m'ha recordat l'incident previ als atemptats de Barcelona de l'any 2017 en què als terroristes els van esclatar els explosius que manipulaven.
Val a dir que no he trobat enlloc cap referència al respecte i pot ser que només siguin cabòries meves.

Les víctimes són un grup  d'estudiants que compartien un pis; podríem dir que són els protagonistes, tot i que només sobreviu un d'ells, en Paul, que és el narrador. La resta de narradors corresponen als pares de la Emma, a Hanna, la propietària d'un quiosc de diaris que estava ubicat front de la casa que esclata, Gianna, la germana de Luca, i Nicolette, metgessa de guàrdia a urgències.
Els responsables de l'explosió, un matrimoni amb un fill adolescent, també moren en la mateixa, però les indagacions posteriors confirmen que la causa ha estat la manipulació d'artefactes explosius.

Per mitjà dels seus relats coneixerem les seves històries i sentiments personals, informació de la tragèdia i de les conseqüències posteriors. Tot i que, per no allargar-me massa no he recollit les dades que es donen referents a l'explosió, es descobreixen els autors i tangencialment el perquè.

Contràriament al que acostumo ha resultat un comentari molt llarg, però no he trobat la manera de resumir-ho més.

Començo per en Paul, l'únic supervivent:
Esa es la irrisoria y única razón por la que ahora estoy vivo; mis ganas de hacer pis. No me gusta pensar en ello. Me cansé.
(...)
En cada planta del edificio había dos pisos. Nosotros compartíamos la primera con el matrimonio Adel Slimani y Calise Hamza y su hijo Alí. No se hacían notar apenas. (…) Nuestra casa siempre estaba abierta para ellos.
Alí tenía diecinueve años, y acudió a las fiestas de los viernes desde el primer momento. Era uno más del grupo aunque no tuviese llaves de la casa. 
(...)
Las paredes saltaron por los aires, en miles de trozos, a semejanza de un estornudo, pero no fue algo que pudiese asegurar sin lugar a duda. No lo vi. Me lo dijo el aire. (…) Vi, es decir, adiviné, que no saldría vivo de allí jamás.
(…)
La vida sigue caminos que no existen hasta que los tomas, y después de creerme muerto, presa del pánico, y a continuación a gusto con la idea de estar muriéndome porque después de todo viajaba en una nube, y luego vivo. 
(...)
Ahora soy otro. Nadie se recupera de algo así de tal modo que la vida vuelva a su sitio despacio. Simplemente no hay un sitio al que regresar. 

El pares de la Emma:
Cumplimentamos algunos trámites y, tras dar respuesta a unas cuantas preguntas del funcionario del juzgado, y también de Emmanuel, relativas a las pertinencias de Emma.
(...)
No fue extraño que seis meses después, pese a todo lo que habíamos vivido juntos, nos divorciásemos. 

Hanna, la propietària del quiosc de diaris:
Amaba a aquellos chicos como si fuesen mis hijos. Yo no los tuve, y cuando los conocí a ellos estaba a punto de cumplir los sesenta años.
(...)
Nos hicimos tan amigos que en mi quiosco había una llave de su piso permanentemente, porque de vez en cuando alguno de ellos se olvidaba las suyas, o las perdía, y algunos días no tenía quien le abriese.
(...)
Cuando aquel 7 de mayo saltó por los aires el edificio debía de hacer diez minutos que me había quedado dormida. No me enteré de nada, y a las cinco de la mañana me levanté como si nada.
(...)
Adel y Calise ( Els amables veïns dels nois) acumulaban en casa una gran cantidad de peróxido de acetona (TATP), un tipo de explosivo que se fabrica mezclando acetona, agua oxigenada y ácido sulfúrico.

Gianna, la germana de Luca:
Cuando éramos pequeños, y después mientras vivimos de adolescentes en casa, Luca y yo oíamos el claxon y nos levantábamos entusiasmados como si llegase el Papa.
Pero el lunes, cuando un día más mi padre tocó el claxon, y entró con su Alfa Romeo verde en el garaje, y cerró la puerta, y accedió a la casa, no vio a mamá esperándole
(...)
Se había hecho cortes en los dos brazos, a lo largo, que al parecer es como hay que seccionar para asegurarse de que te vas a morir bien. 
(...)
La vida era injusta y cruel, de una crueldad que me hacía repetir, mientras estaba sola en aquella sala del hospital: “Me quiero morir, me quiero morir.” 

Nicolette, metgessa de guàrdia a urgències:
En mi  profesión, las cosas terribles que enfrentamos no pueden afectar a nuestra sensibilidad más que durante un rato. Más tiempo es un lujo. O un desperdicio. 
(...)
Yo llegué en la primera de las ambulancias, casi al tiempo que el primer equipo de bomberos, que sofocaban un pequeño incendio e intentaba llevar luz a la oscuridad del edificio. Hacía mucho calor. 
(...)
Las semanas que siguieron a la explosión de la rue Romarin no sirvieron para alejarme tanto de aquel día como para aferrarme a él. 



I m'ha semblat que el millor d'aquesta llarga entrada, era acabar amb els comentaris de'n Paul, el supervivent al qual, tot i salvar-se li han destrossat la vida:
Han transcurrido ya tres años y sigo acudiendo a tratamiento psicológico, aunque solo una vez cada tres meses.
(...)
Nadie se acostumbra a convalecer de sus heridas o enfermedades en un hospital y convertir eso en su vida normal.
(...)
Mentiría otra vez si no admitiese que desde la muerte de mis amigos había pensado varias veces en el suicidio.
Rewind
Juan Tallón
209 pàgines 
Publicat el 12 de febrer de 2020

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada