dissabte, 2 de març del 2019

Cara de pan




Un tema sempre d'actualitat i controvertit: L'estranya amistat entre una adolescent i un ancià, el que en "Cara de pan" ens planteja la Sara Mesa

Tot comença quan la que coneixerem com Casi, per evitar anar a l'institut, s'amaga en un espai del parc: Ha pensado en cambiar de escondite, pero no encuentra ninguno tan bueno como ese. Aunque el tronco del árbol es robusto y rugoso, tiene una concavidad bastante lisa en la que puede apoyar cómodamente la espalda. Las ramas están repletas de hojas pequeñas y suaves, de un verde sedoso, que caen hacia los lados formando una especie de cobijo, con sus manchas de luz y de sombra. La niña solo tiene que atravesar el seto por una parte que está más despoblada de lo normal, lo justo para permitir su paso. Una vez allí dentro, entre el seto y el árbol, basta con sentarse para quedar fuera de la vista de cualquiera, incluso de cualquiera que pasara muy cerca -siempre que no asome la cabeza-. Si alguna vez le entran ganas de orinar puede hacerlo allí mismo, a un lado, pues es casi seguro que nadie la verá 

De sobte sent com se li acosta algú:

Está apoyada en el tronco del árbol, leyendo una revista, cuando oye sus pasos acercándose, el chasquido de las hojas secas al quebrarse, y después lo ve, de pie delante de ella, quizá un poco turbado, pero no sorprendido por encontrarla allí, oculta tras los setos. 

Ell, és "el Viejo", no coneixerem el seu nom real. Un home solitari, un tant extravagat que estableix una estranya amistat amb la nena, la Casi, que és com ell acaba nomenant-la.
Serà una amistat que, tot i no poder trobar proves fefaents,  difícilment es podrà interpretar de manera innocent:

Siempre va con el mismo traje, sus buenos zapatos, calcetines de hilo: son prendas de excelente calidad.
(...)
También el Viejo tiene sus altibajos, aunque la mayor parte de las veces charla incansablemente, hilando unas con otras sus historias sobre el comportamiento de los pájaros.
(...)
El Viejo funciona así: no hila los hechos como otros lo harían -no calibra, de igual modo, causas y consecuencias-, considera normal lo que a otros extrañaría, y también al revés, le extraña lo normal, y sin embargo no es en absoluto tonto.
(...)
Casi de Casi-catorce, suena bien, es ingenioso, es como un nombre secreto que se ha ocurrido al viejo para ella

De la Casi arribem a conèixer una part de la seva història, tal com ella la percep:

Su padre es un médico muy reputado y su madre es actriz de teatro: los dos tienen amigos sofisticados y extravagantes (menteix)
(...)
Para ella, la ropa es solo un medio de tapar lo que no le gusta. Suele ir con prendas deportivas un par de tallas por encima de lo que le corresponde. Los cambios de su cuerpo la avergüenzan y trata de disimularlos. 

I si ens estem demanant el per què la Casi no vol anar a l'institut, ens trobarem, ni que sigui de refilo amb un altre dels temes actuals i controvertits, i que no és altra que l'assetjament escolar, real o suposat, que en aquest cas és degut a la cara rodoneta de la nostra protagonista i a la que, potser com una broma, una companya l'ha batejada com a "cara de pan":

Ella no supo que tenía cara de pan hasta el año pasado, cuando Marga se lo dijo delante de las demás niñas, y todas rieron espontáneamente, sin maldad, de modo que no había lugar para el enfado.
(...)
Físicamente, repite Casi, no se parece a nadie, ni a su padre -que es alto y delgado-, ni a su madre -que es muy rubia y tiene las cejas finas y la boca mucho más pequeña-, ni por supuesto a su hermano -que tiene la cara cuadrada y es pecoso, como su padre-

La Casi, un tant avorrida però amb una gran imaginació, comença a escriure un diari que, trobat per la família, acabarà sent el detonant perquè la seva història amb "el Viejo", acabi en una denúncia amb conseqüències desastroses per ell:

Los hombres no pueden ser amigos de las niñas, le han dicho siempre, y aún más: es imposible que un viejo se haga amigo de una niña.  (…) Escribe en su diario: a veces una línea, pero otras varias páginas, párrafos y párrafos enteros acerca de su vida inventada.
(...)
En el diario, Casi hablaba del Viejo, hablaba del refugio en el parque, de los operarios, de los días de lluvia y los días de frío, y de cómo esos días se fueron convirtiendo en un problema. 

Perquè el Viejo té una història tèrbola que agreuja encara més si això era possible, la seva arelació amb la Casi:

El Viejo tiene un padre-abuelo y estuvo en un manicomio.
(...)
Le dijeron tantas cosas. Lo de que estuvo en el psiquiátrico por abusar de la mujer de la reserva de pájaros. Lo del retraso mental y la tara de nacimiento. También que pasó por rachas de alcoholismo y que lo detuvieron varias veces por distintos episodios violentos. (…) Autolesiones: varias. Intentos de suicidio: dos.

I acabo amb una parell de frases que potser poden dur a engany perquè les coses no sempre acaben tan malament com en un principi poden semblar... O sí?

Puede seguir siendo Casi, ¡si ella quiere! Casi quince. ¡Casi dieciséis! Siempre será Casi algo. 
(...)
¿Qué habrá sido del refugio del parque? Ella tardó en volver, tardó meses y meses, lo tenía prohibidísimo. 

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