Filosofía de la finitud

 

Un títol que em va semblar suggerent, car és una obvietat que els humans som finits. L'autor, és un filòsof i, com ja he comentat altres cops, m'agrada endinsar-me en els plantejaments filosòfics malgrat que sóc conscient que no arribo a la comprensió de molts dels supòsits que ens planteja.

A la presentació trobem aquest aclariment del què pretén l'autor:

Este libro pretende “mostrar” algunos aspectos de la finitud humana, es decir, de los seres humanos inscritos en un tiempo y en un espacio. Por esta razón está escrito en forma de ensayo. (…) He intentado escribir como quien sale a dar un paseo y, conscientemente o no, se pierde en los caminos de un bosque, o en las calles de una ciudad.

(...)

Que los seres humanos son finitos quiere decir, en definitiva, que viven en un mundo que no han escogido, pero también que este mundo podría existir sin ellos.

Qui no ha pensat algun cop que la vida és massa breu, que sembla que quan, en el millor dels casos, comencem a sentir-nos relativament còmodes, ja intuïm que el temps restant s'ha escurçat:

Somos finitos, pero la finitud no es la muerte. La finitud es el trayecto que va desde el nacimiento hasta la muerte. La finitud es la vida que uno sabe limitada, la vida anclada en el tiempo y en la contingencia.

(...)

El tiempo humano, el tiempo propio de los seres humanos, no es ni el pasado ni el presente, ni el futuro, sino la tensión entre el pasado y el futuro en el presente. (…) En este libro haré una apología del tiempo. 

(...)

Siempre morimos demasiado pronto. Por eso mismo el ser humano necesita de la memoria (es decir, del recuerdo y del olvido) para poder instalarse en el mundo.

Acumulem experiència, això és segur, però quin ús en fem?:

La experiencia no nos hace expertos, en el sentido que no nos ayuda a resolver definitivamente los problemas, porque los problemas fundamentales de la vida no se pueden resolver. La experiencia no es un “manual” a consultar cuando se tiene un problema por solucionar.

(...)

La experiencia, a diferencia de la “vivencia”, supone hacer un trayecto hacia afuera, un trayecto en el que uno se encuentra a sí mismo en la medida en que se encuentra respondiendo a otro, en la medida en que es responsable de otro y tiene cuidado de él.

Sempre he cregut que el fet de gaudir d'una molt bona memòria és un fet positiu, però és realment així?:

La memoria es, quizá, la expresión más intensa de la finitud humana. No podría existir el ser humano sin memoria, pues no puede haber un ser humano sin uno u otro tipo de instalación en el espacio y en el tiempo. (…) La memoria es un movimiento temporal, hacia el pasado y hacia el futuro.

(...)

Nunca dos personas que han vivido el mismo acontecimiento lo recuerdan de la misma manera.

Ai, el silenci! Com l'enyoro!

I ja entenc que, en aquest cas, no es refereix només al soroll real, sinó també al "soroll" espiritual o intangible que sovint ens destorba més que el físic:

Para trabajar con la memoria se necesita un cierto silencio, un cierto distanciamiento. El ruido no deja trabajar la memoria. En una sociedad (post)moderna como la nuestra, donde no existe esta capacidad de distanciamiento, respecto a los grandes problemas antropológicos fundamentales, donde hay que innovar y cambiar a menudo de forma patológica, obsesiva, donde la novedad y el progreso se imponen de una manera brutal, donde la velocidad no deja jugar a la reflexión, el presente aparece de forma fetichista.

I és que:

El silencio y la palabra  no son contrarios. La palabra es como un hilo que vibra con la inmensidad del silencio. A lo largo de una conversación el silencio es como la respiración entre las palabras, es el significado de las palabras no dichas, de las palabras imposibles de decir. El silencio es la palabra del rostro, de la mirada, del gesto… 

I què millor que tancar amb aquesta reflexió vers la felicitat i el desig:

La vida humana no consiste en encontrar la felicidad, sino en buscarla. (…) Educar el deseo no quiere decir enseñar qué deseos son buenos o malos, sino ayudar a mantenerlos vivos. 

No ens descuidem de mantenir viu el desig.

 

Filosofía de la finitud

Joan-Carles Mèlich

183 páginas