Us parlaré d'una lectura feta fa un munt d'anys, quan vaig fer palès el meu interès per les publicacions d'en Max Aub.
Havia començat a llegir un dels seus magnífics relats que va recollir sota el tret comú de "El Laberinto mágico" i vaig ser conscient que em calia saber-ne alguna cosa més de l'autor.
Així vaig arribar a aquest llibre que em va facilitar un resum explícit i concentrat del què va significar la memòria per en Max Aub.
Faré un recull d'aquelles referències que vaig considerar més útils amb la pretensió que cadascú pugui aprofundir, si així ho considera oportú, en allò que més l'interessi.
Abans que res, ens situem:
Más de cuarenta años después de su muerte, Max Aub es un ejemplo ético y estético, un autor necesario para entender las vicisitudes y desgracias del pasado reciente español, y, sobre todo, un referente cívico lleno de coraje y dignidad que, como testigo, víctima y superviviente, merece seguir siendo escuchado.
L'exili. Un cop més:
Además de vivir fuera de su espacio natural, Aub, como
como todo exiliado, fue arrancado sin remedio de su tiempo. El pasado se
convirtió así en su único punto de referencia, mitificado y deseado a través
del recuerdo.
(...)
Estar en contacto con otros exiliados y poder conocer de
primera mano sus proyectos literarios o saber que en España existían pequeños
focos de resistencia que ansiaban saber de los miembros de la diáspora fueron
formas a través de las que vertebrar en la esfera de la comunicación personal
la lucha política que llevó aparejado el éxodo republicano.
(...)
Gran parte de esa obra aparece influida por la Guerra
Civil y las consecuencias que su resolución produjeron en la vida de Aub. Desde
el exilio, el autor no solo intentó desentrañar las razones que le habían
llevado a conocer el horror de la guerra, el universo carcelario, los campos de
concentración y el alejamiento forzoso de la patria, sino que también quiso,
desde su condición de víctima, aportar su visión sobre el desarrollo histórico
del tiempo y el espacio que le tocaron vivir.
Un lluitador que no es va rendir:
Aub siempre mostró su desprecio a aquellos incapaces de
comprometerse con los problemas de su entorno.
(...)
En lugar de dejarse llevar por los recuerdos, para
novelar la guerra, Aub prefirió documentarse y preguntar a quienes tuvieron
participación directa en su desarrollo, como él mismo expuso.
(...)
Y es que Aub, que jamás cuestionó la legitimidad de la guerra –que, no en vano, concebía como una defensa ante la ilegal ofensa que supuso el golpe de Estado franquista- siempre se mostró horrorizado por el nivel de violencia que la caracterizó.
Max Aub no va oblidar les seves arrels i des de l'obligat exili, va lluitar per aconseguir retornar a casa. Va ser un esforç gairebé titànic que el va ocupar més de deu anys:
Treinta años después de su salida del país, y tras más de
una década de lucha burocrática para poder conseguir un visado que le
permitiera regresar temporalmente, Max Aub volvió a pisar suelo español el 23
de agosto de 1969.
(...)
Max Aub no escondió jamás su decepción por ser derrotado
en la Guerra Civil, ni su convencimiento, desde el mismo momento en que cruzó
la frontera española rumbo al exilio a principios de 1939, de que el franquismo
iba a hacer todo lo posible por borrar de la historia cualquier mirada
sublimadora o simplemente condescendiente al legado republicano al que él y su
obra pertenecían.
I què millor que acabar aquest recull amb una reflexió:
“La novela no es sino reducir a memoria lo olvidado o imaginado que viene a ser, para los demás, lo mismo pero siempre desde ángulos distintos”.
I si voleu aprofundir en la seva biografia, només heu de seguir aquest enllaç
MAX AUB y la escritura de la memoria
Javier Sánchez Zapatero
352 páginas
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