Les fonts de Sant Roc Olot, febrer 2014 |
Potser és una lectura crua que ens fa qüestionar diferents aspectes de la vida. El que és segur és que es tracta d'una profunda reflexió, amb un punt d'escepticisme, però ben documentada i seriosa que entenc, cerca el debat de diferents aspectes de la nostra societat com ara la matèria, el suïcidi, la pornografia, la caritat, la castedat... La veritat, potser?
Vegeu-ne un petit recull d'alguns dels temes que tracta i traieu les vostres conclusions, que és sempre del què es tracta.
I per començar, parlarem de la matèria:
Cuando alguien pierde el espíritu, le queda
todavía el cuerpo; un cuerpo que se mantiene como un ancla, como un acceso,
como la esperanza de un regreso.
(...)
La materia se ve descompuesta en átomos, el viviente se descompone en genes, la inteligencia se descompone en neuronas, la sociedad se descompone en individuos, y estos se descomponen en una suma de funciones cuya comunicación se descompone en “bits”.
I què opinem del terme "cultura". I què entenem per "ser culte"?:
Por lo que se refiere a la “cultura”, el término
nos lleva a pensar enseguida en un programa de museos, de teatros, de cine, de
libros, de conciertos, y tal vez de buenos vinos. Ser “culto” consiste en haber
leído a los grandes autores, visto las grandes películas, oído las grandes
piezas musicales… (…) De este modo, la cultura se reconduce a un conjunto de
productos culturales preferiblemente al alcance de la masa, y eso significa que
se distribuyen en los supermercados y si es posible se descargan de Internet.
Donar tombs a les idees, reflexionar, qüestionar-se la vida... vol dir que estem filosofant? Segur?:
Filosofar no es llenarse la cabeza, sino cultivar
la propia alma para que rinda, igual que se dice de una buena tierra que rinde.
Es diria que en general, la societat actual es vanta de les bondats del progrés. L'autor s'ho qüestiona (I humilment, jo també):
El progreso hace ir hacia donde no se había
llegado aún. El desarrollo hace que llegue a su madurez lo que ya existía en
estado germinal.
(...)
Según el autor de “El Capital”, la revolución industrial
no es un progreso, sino una completa ruptura con los modos tradicionales de
producción, y no se puede hacer otra cosa que responder a ella con una
revolución política igualmente disruptiva.
(…)
Si el progreso es liberación, ¿cómo podría ser ineluctable
su movimiento, que se basa en nuestra total ausencia de libertad? Quien es
conducido a un destino contra su voluntad no experimenta un progreso, sino un
secuestro o una deportación.
(...)
El progreso de la
innovación se caracteriza por los desechos y una aceleración de la caducidad.
Llega hasta el punto de que ya no nos queda nada que transmitir, y tenemos que
actualizar constantemente nuestras competencias, en dependencia de las nuevas tecnologías.
Ya no somos capaces de ejercer un oficio.
I arribem al punt que dona títol al llibre: Per què donar vida a un mortal?:
La muerte reviste de absurdo el nacimiento.
(...)
Hace un tiempo, tener hijos estaba fuera de
cuestión, era un deber indiscutible. (…) Con el filósofo se produce una
separación progresiva respecto al sabio y al padre, al pensador y al esposo.
(...)
En general los filósofos coinciden en decir que es
mejor no casarse y no tener hijos, y, también, cuando lo dicen, desde Heráclito
hasta Kant, de Epicuro a Leibniz, de Spinoza a Nietzsche, son célibes.
(...)
En las sociedades de antes, engendrar daba acceso
a un “status” progresivamente más importante, en calidad de progenitores,
abuelos, hasta el status social supremo, el de antepasado.
(...)
Mientras el hijo es visto como un heredero o un
instrumento, mientras sea el medio para propagar el nombre de la tribu, de la
raza, de la nación, de la empresa, de la especie, resulta fácil darle la vida.
(...)
Dar la vida a un mortal no implica una
responsabilidad ante una persona vulnerable que ya estaba. Se trata de traer al
mundo a una persona vulnerable y, por tanto, de ser el principio de su
vulnerabilidad. Una cosa es ver sufrir a un niño, otra es ver sufrir a un niño
por mi causa. No por mi error, porque yo no le hago sufrir, pero soy yo, mi
consentimiento, el que está en el origen de su capacidad de sufrir.
I segueix desgranant diversos punts sempre relacionats amb l'ésser humà i llurs cabòries.
Li arriba el torn a la pornografia:
“Pornographia”, en griego, significa literalmente
“escrito sobre las prostitutas”. Si nos quedamos en este significado, podemos
afirmar que la Biblia es una colección de textos pornográficos.
(...)
La pornografía es, por tanto, una prostitución sin
la presencia real de la prostituta.
Parlem del suïcidi, un tema sempre amagat del que se sol passar, com se sol dir "de puntetes" sota la premissa que si se'n parla massa pot conduir a la imitació:
El suicidio plantea una pregunta, pero no espera
su respuesta. (…) Sin embargo, la justificación del suicidio tiene lugar
siempre y solo entre los vivientes, y el interlocutor decisivo se ha suprimido a
sí mismo en cuanto interlocutor. Nos condena al monólogo.
(...)
El
suicida ofende a la sociedad porque está esencialmente ligado a ella, pero la
relación se mueve en los dos sentidos; también puede significar que una
determinada sociedad le ha empujado a destruirse.
(...)
Matarse significa negarse a morir. Es un intento
de reconducir a la propia voluntad algo que la supera.
En general m'ha resultat interessant, tot i que els darrers tres
capítols són massa enfocats a la religió i no m'han acabar de satisfer.
Això sí, em quedo amb aquesta frase:
Dar la vida es también dar la muerte, en cuanto mortalidad.
Brutal, com diu aquell cuiner, no?
Por qué dar la vida a un mortal
Fabrice Hadjadj
Traductora: Elena Álvarez
219 páginas
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