dilluns, 3 de maig del 2021

La larga marcha

 

Una visió diferent dels edificis de
 l'Eix Macià de Sabadell

Un ampli ventall de personatges durant la postguerra. La majoria de la banda dels perdedors, però de fet, tots força desgraciats.

Carmelo Amado, el sobrino de aquel Carmelo Amado que se tragaron las arenas de África (…) acababa de nacer. El reloj que había sobre la consola del pasillo marcaba las seis de la mañana. Era el dieciséis de febrero de 1948. 

Raúl Vidal se lavaba primero las manos en el grifo que había cerca del arca del agua bajo cuya manga las máquinas de vapor llenaban sus grandes estómagos negros. Cada tarde, fuese invierno o verano, lo hacía así. 

No em referiré a tots els personatges dels que ens parla l'autor, però n'hi ha alguns que, per alguna raó, m'han resultat propers i m'hi detindré breument.

Començo amb "Pedro del Moral, el "limpia". M'ha retornat antics records de la meva infantesa quan vaig conèixer la família d'un d'aquests "limpias". Eren veïns, i la seva filla, amiga meva. Per mi era un ofici insòlit, ja que el meu pare treballava en una botiga on venien accessoris de cotxes i, coses de criatures, em semblava que tots els pares havien de treballar de venedors. 

Pedro del Moral, el limpia que se ponía siempre al lado de las mesas del Novelty, odiaba los días de lluvia. (…) Antes de llegar a su casa, se detenía tres o cuatro veces en las tabernas que se encontraba  en el camino.(…) Su mujer había muerto hacía siete años, a consecuencia de las complicaciones que surgieron al parto de José Luis. Al mayor le habían puesto de nombre Ángel. 
(...)
Nadie puede saber lo que sintió Pedro del Moral a la muerte de su mujer, cuando miró entre sus brazos a aquel niño que acababa de nacer y vio que era nada más que suyo. 

No vaig conèixer cap nen que acabés en un internat, suposo que si n'hi havia, no era un tema que es tractés davant dels infants i segur que, com tants d'altres, era com un secret vergonyant:

José Luis se había adaptado a la disciplina del internado con una mezcla de perplejidad y temor. 
(…)
En el internado, todo transcurría dentro de los límites que marcaban las alambradas que rodeaban el edificio, por encima del muro de granito, y, además, en el interior de esas alambradas la actividad debía desarrollarse en un mismo lugar en cada momento, y uno no podía estar nunca fuera de donde se agrupaban los demás. (…) Un orden meticulosamente establecido presidia las voces o los silencios.

Amb el temps, vaig arribar a conèixer algun mestre dels que van ser "depurats", val a dir que van ser un exemple en l'època que jo  m'estava formant com a mestra. Malgrat no faré públics els noms, els tinc molt presents tot i els anys passats. Gràcies a tots ells.
Metges, que segur que n'hi havia, no em vaig conèixer cap:

Vicente Tabarca (metge “depurat”): Pensadores, científicos y poetas han muerto fusilados o han tenido que marcharse. Aquí no ha quedado más que la basura: energúmenos sudorosos que dan patadas a un balón; olor de sangre y estiércol y gritos de bárbaros en un redondel donde se tortura a un toro; tonadilleras que apestan a sobaco cuando levantan los brazos para tocar las castañuelas; y curas que chupan la sangre de la ignorancia y el miedo que han impuesto después de tantos años de muerte, con el solo objeto de engordar; matones que trabajan en grupo, que se imponen en grupo, que pegan y matan en grupo.
…)
Vicente Tabarca había canjeado la supervivencia por -así lo decía él- una resignada “muerte civil. “Vivir para dejar de ser uno mismo”
(...)
El joven y brillante doctor Tabarca se había convertido en un hombre maduro e inepto que esperaba la visita de alguna madre con un niño desnutrido en los brazos, de alguna mujer aquejada de migraña, de hombres de piel cetrina que señalaban con el índice lugares en donde anidaba el dolor.

I acabo amb un personatge que m'ha recordat el meu pare, que sempre solia anar molt polit, amb vestit, camisa blanca, que costava lo seu mantenir aparentment impecables, i corbata i ben repentinat i afaitat amb aquella loció de "Floid" que feia una fortor enganxosa (per no dir pudor):

Lo importante era el aspecto. La chaqueta, la corbata, la colonia, las palabras bien dichas.

Però no vull deixar d'apuntar la referència que ens fa l'autor de la Glòria, un personatge del bàndol guanyador. Vol representar la supèrbia i la revenja, un orgull que tampoc no els servia gaire per, malgrat les aparences, considerar que foren feliços: 

Dos largos inviernos en un Madrid lúgubre que batían el viento de la sierra (….) Cuando se fueron aquellos energúmenos, el suelo estaba cubierto de papeles, de vidrios rotos, de objetos dispersos y prendas desgarradas.
(...)
El país, y las mejores familias, hemos pasado nuestro largo invierno durante la guerra, y ahora vivimos una hermosa primavera, que se afianza poco a poco. 
(…)
La vida matrimonial le reservaba, sin embargo, a Gloria un papel que interpretaba con orgullo y precisión: sabía organizar mejor que nadie una velada en casa, moverse con estilo entre los invitados con estilo. (…) Su refugio era el estilo. 

 

Una visió diferent dels edificis de
 l'Eix Macià de Sabadell


 

La larga marcha
Rafael Chirbes
391 pàgines

 

 

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