Cuando llegué aquí, no sabía qué esperar. Nada me había preparado para ver con mis propios ojos una fosa común.
(...)
Una fosa común no es una idea. Una fosa común es
trabajo. No hay sitio para las ideas frente a ese enorme agujero del que deben
extraerse los cuerpos antes de que llegue el invierno.
Així comença aquesta història. Una com moltes altres (sempre seran massa).
Arqueologia que no cerca restes d'antigues civilitzacions, ni àmfores perdudes als oceans, senzillament, si es pot qualificar de senzilla aquesta fenia, treuen a la llum morts anònims, víctimes de massacres i soterrats de qualsevol manera en foses comunes.
Una història que, d'alguna manera també em sacseja d'una manera íntima i personal.
En aquest cas, els fets se situen a Sarajevo:
Aterricé en Sarajevo hace una semana. Es la
segunda vez que vengo a Bosnia-Herzegovina y no sé mucho sobre la historia de
este país, excepto que hubo una guerra que terminó en 1995, una guerra que dejó
ciento diez mil muertos, entre los que se cuentan treinta mil desaparecidos.
(...)
Hacia el final de la guerra, los autores de los
crímenes empezaron a desplazar los cadáveres para ocultar las pruebas. Quince
años después, eso dificulta considerablemente las labores de identificación, ya
que casi nunca están completos.
Una experta explicació del què significa excavar en una fosa comuna:
Por lo general, un cuerpo entero es un claro
indicio de que estamos ante una fosa primaria.
(…)
Cada vez que hay una exhumación, vienen
autoridades que posan para hacer acto de presencia y mostrar que todo esto les
preocupa. No quiero participar en esa pantomima. Yo sólo hago mi trabajo, por
las familias, nada más.
(...)
En esta región de mayoría serbia, todo el mundo
calla. Nadie menciona lo que sucedió, ni los verdugos ni las víctimas. Es como
si el silencio fuera el precio que hay que pagar para vivir juntos de nuevo.
Algunes reflexions de qui participa activament en les exhumacions:
Llevamos tres días viendo salir cuerpos de la
fosa. (…) Los muertos me dan menos miedo que los recuerdos de los vivos.
(...)
Ella habla del silencio a menudo. El silencio de
los verdugos y los testigos, que la enfurece; el de las víctimas, que lleva
mejor. Imagino que cuando te dedicas en
cuerpo y alma a ordenar vértebras o a reconstruir cráneos reventados per una
bala a quemarropa, a poner orden en pruebas tangibles de ejecuciones y torturas,
con las manos metidas en el pasado de la mañana a la noche, cada vez te cuesta
más aceptar que alguien pueda callarse, ya sea para negar la historia o para
protegerse de los recuerdos.
I també en parla de les seves apreciacions la periodista que ha anat per fer un reportatge i s'ha trobat, jo afegiria que de manera inevitable, emocionalment involucrada:
Llevo seis meses aprendiendo a gravar documentales. He decidido gravar uno con Senem y Darija. He hallado una razón para volver.
(...)
Mirar el tiempo que haga falta para tratar de comprender, dejar que la historia emerja de la lentitud y la repetición.
(...)
Cuando entro en el edificio, me embarga la emoción.
I després de nombrosos incidents, d'anades i vingudes, de reflexions compartides, la vida quotidiana s'imposa, fins que transcorreguts cinc anys, el documental està acabat, i el retrobament es fa inevitable, i no només per cortesia:
Llevamos más de cinco años sin vernos. (…) Todo
estaba listo para la proyección cuando, en primavera, la pandemia cerró las
salas de cine y las fronteras.
(...)
Todos coincidían en un punto: un enemigo sigue
siendo un ser humano, y sus restos debían devolverse a la familia para que ésta
pudiera darle un entierro digno.
(...)
Durante los veinte meses que Senem pasó en Kabul,
asesinaron a otros seis trabajadores del CICR y de la Cruz Roja.
I fins aquí:
Este país está poblado de fantasmas de hijos, hermanos y padres.
(...)
A mucha gente le conviene que no se termine de encontrar a los desaparecidos, que esto dure todavía diez, quince, treinta años más.
Las sepultureras
Taina Tervonen
Traducción de Iballa López Hernández
232 páginas
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