dissabte, 18 de juny del 2022

Agnese va a morir

Hospital de Sang
Juny 2017

Una història crua i basada en fets verídics de la Resistència. En aquest cas, la protagonista és una dona, Agnese, que ja abans de començar a llegir sabem que morirà.
Però tot té un començament, un perquè, també aquest cop, que ens trobem en el context de la Segona Guerra Mundial, quan els alemanys s’emporten Palita, el marit de Agnese, perquè és comunista. Se suposa que ja no el tornarà a veure més i ella, una dona senzilla i gairebé analfabeta, és reclutada de bona gana pels partisans de la zona:
A los pocos días llegó una carta de Palita, unas cuantas líneas escritas a lápiz. Agnese a duras penas sabía leer, las palabras estaban casi borradas y no consiguió entender bien lo que decía. Dobló el folio y lo guardó en el monedero, sin enseñárselo a nadie, lo miraba con frecuencia y lloraba: el texto, con las manchas de las lágrimas se veía cada vez menos. 
(...)
Una noche volvió a visitarla el desconocido de la primera vez: estaba mucho más delgado y cansado.
(...)
Ya no lavaba ropa, precisamente para no trabajar para los alemanes y los fascistas. 
(...)
En el capazo llevaba prensa, o armas, o trilita y dinamita. (…) Con su aspecto serio y pacífico, no levantaba sospechas entre los alemanes, que no prestaban atención a esa campesina vieja y gorda.

Però Agnese, malgrat la seva senzillesa es rebel·la contra les incomptables mostres de fatxenderia i menyspreu dels soldats alemanys i arriba un dia que mata un soldat que, per pura diversió, ha disparat contra la gata. Ha de fugir quan li cremen la casa com a  represàlia, tot i que no acaben de descobrir que és ella l'autora. Aleshores, s’uneix definitivament als partisans:
Los alemanes eran feroces, atacaban aquí y allá, a ráfagas, (…) Pero los fascistas escogían a los “sospechosos” a los “fichados”, a los más conocidos por su antifascismo. Así caían los mejores compañeros. (…) Como ella, también los demás compañeros, los dirigentes, los “responsables”: cada cual pagaba un peaje muy caro por su responsabilidad. 
(...)
Y mientras tanto, los ingleses gritaban desde Radio Londres<. “Partisanos, ¡aguantad!, ¡Luchad! ¡Estamos llegando!”, pero nunca llegaban “Maldita sea la guerra y quien la quiso”, se repitió Agnese, cansada de pensar.
(...)
Los hombres estaban listos. Cada cual iba cargado con todo lo que tenía, lo que se traducía en una indumentaria de lo más singular: uniformes incompletos de todos los países, viejas prendas de campesinos u obreros, algunas de mujer, y ropa de ciudad, maltrecha, zurcida, irreconocible; un humilde brigada de zarrapastrosos con una sola riqueza: las armas. 
(...)
En la vida partisana, que se rige por sus propias leyes, dictadas por un anhelo personal de honor, fe, pulcritud moral y orden íntimo (…) Los traidores se ejecutaban de inmediato, y hasta un pequeño error se castigaba con severidad: así pues, era necesario que la fidelidad, el coraje y el amor por la resistencia se reconocieran, se valorasen. 

Com ja he dit més amunt, sabem quin va ser el final de l'Agnese. Ara només cal concloure amb unes breus reflexions que ella, normalment molt callada, duia molt endins i només en molt comptades ocasions compartia amb els joves partisans:
Cuando llevas una vida en la que de un momento a otro pueden matarte a ti, a tus parientes o a tus compañeros, lo peor es no tener nada que hacer, quedarte sentado, esperando. Es entonces cuando te entra el miedo. 
(...)
Luego será distinto -dijo Agnese-. Yo soy vieja, ya no tengo a nadie. Pero vosotros volveréis a casa y podréis contar lo que habéis sufrido, y todo el mundo se lo pensará dos veces antes de empezar otra guerra.
 
Poble Vell 
Corbera d'Ebre

Diu l'autora:
La historia de Agnese no es ficción. (17/11/1949) 
La primera vez que vi a Agnese, o a la mujer que en mi libro lleva el nombre de Agnese, vivia un momento verdaderamente horrible.    

Agnese va a morir
Renata Viganó
Traducción de Miguel Ríos González
343 páaginas 

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