Sierra Nevada Març 2022 |
El pitjor de tot plegat és que acostuma a funcionar, i és que de manera incomprensible al meu entendre, massa sovint les imatges de tortures, morts i devastacions atreuen i se'n fa difusió. Només cal veure com sembla un fet habitual, que hi hagi qui acudeix a llocs on ha passat qualsevol catàstrofe (com ara mateix l'incendi devastador d'un bloc de pisos a València) a fer-se"selfies" que compartiran a les xarxes socials i entre els seus amics, coneguts o seguidors segons els seus papers "d'influencers" en diuen.
En aquest llibre s'examinen tots els aspectes que fan referència als terroristes que des de fa anys empren imatges de mort com a publicitat:
A partir del momento en que se muestran individuos
reducidos a “cosas”, de los que se puede disponer a placer, ¿qué nos impide
deslizarnos de la ficción a la realidad?
En 2004, todo se trastorna. Es cuando aparecen los
vídeos macabros, realizados por grupos islamistas.
La qüestió a plantejar potser fora oportú centrar-la també en els seguidors d'aquestes macabres imatges:
¿Qué razones, qué pulsiones conducen a un
adolescente o a un adulto a contemplar o a discutir durante horas en un chat
con desconocidos acerca de estos increíbles espectáculos?
(...)
La realización y la difusión de vídeos macabros se
multiplican y pronto cambian de naturaleza cuando los islamistas se apropian de
ellos para convertirlos en una herramienta de propaganda.
Però no només han estat els terroristes que han donat publicitat a aquests tipus d'imatges. Veiem:
El presidente estadounidense George W. Bush
celebra la ejecución de Sadam Husein como una “etapa importante” en el camino
hacia la democracia en Irak. (…) la transformación en “espectáculo” de la
ejecución de Sadam Husein es lo que plantea problemas.
Tenir accés a aquests tipus d'imatges és un dret? N'hi ha que ho defensen com a tal:
En los sitios que propagan estos vídeos, se invoca
el derecho de los ciudadanos a ser “informados”.
(...)
Es como si ya no existiera diferencia entre la
ficción y la realidad: una vez que se ha adquirido la costumbre de mirar
imágenes de extrema violencia, ¿por qué contentarse con la “ficción-horror?,
¿con un horror de ficción? ¿Por qué no acceder al horror real?
I visionar-les un cop i un altre, compartir-les, comentar-les, forma part també d'aquest suposat dret? O acaba sent un entreteniment? Perquè es tracta d'imatges reals, de persones reals, de morts reals. I això no produeix rebuig?:
Pero ¿es posible divertirse con el sufrimiento
ajeno hasta convertirlo en objeto de fotos y vídeos? ¿No estaremos en presencia
de una desviación evidente de la sociedad del espectáculo y del ocio?
(...)
Antaño, fotografiar la guerra formaba parte del
ámbito de los reporteros y de los fotógrafos profesionales; hoy, los propios
soldados son los que hacen las fotografías, se intercambian imágenes entre
ellos y las envían por mail a sus amigos al otro extremo del mundo.
(...)
Están los que buscan en estos vídeos una forma de
distracción; los que se muestran más bien indiferentes, como si la frecuentación
regular de estas imágenes los hubiera “anestesiado”, y finalmente los que
proclaman su admiración por la gente “que consigue mirar eso” sin verse
afectada.
I avancem una mica més. És possible que la repetida visualització d'aquests tipus d'imatges, acabin produint indiferència entre els públic que ho mira?:
Desde siempre, a los hombres les gustan los
espectáculos, quizá para apropiarse de una realidad que se les escapa.
(...)
¿Se pueden calificar la fabricación, la difusión y
la visión repetida de vídeos de tortura, humillación y degollación como un
retroceso de la civilización?.
(...)
Algunos pensadores contemporáneos hacen apología
de la indiferencia.
Podem parlar de compassió? O parafrasejant una antiga pregària, estem utilitzant el molt "compassió" en va:
La compasión es un sentimiento que va hacia el
otro y que nos obliga momentáneamente a olvidarnos de nosotros mismos.
(...)
La compasión tiende a eliminar la distancia entre
el que la siente y el que es objeto de ella. Lo compasional, en cambio, no deja
de instaurar esta distancia.
(...)
La compasión no es en absoluto un dato adquirido
de una vez por todas; se puede perder o no adquirirla nunca. El espectáculo del
mal y de la injusticia cometida contra los demás no es en todas partes y
siempre instintivamente rechazado por los hombres.
I arribats a aquest punt ens podem preguntar si es pot o cal visualitzar tot?
¿Se puede ver todo? ¿Se debe mostrar todo? En un
país democrático, la libertad de expresión y la libertad de información
constituyen derechos fundamentales.
(...)
Solamente que, cuando se habla de Internet, se
sale del ámbito de la información y se entra en un mundo en el que se encuentra
todo y su contrario.
(...)
Una censura sistemática aplicada a Internet sólo
puede generar consecuencias peligrosas; cada vez que se invoca la censura, se
corre el riesgo de atentar contra las propias bases de la democracia.
I acabo:
Cuando, en una sociedad, la crueldad se vuelve en cierta manera “normalizada”, la propia compasión termina por sufrir las consecuencias. Y me parece que, en la actualidad, estamos asistiendo a este proceso.
(...)
El que está tumbado en el suelo, con los ojos vendados, esperando a ser degollado, ¿es un hombre? Sus verdugos, ¿son hombres? Y los que miran estos vídeos con indiferencia o con placer, ¿son hombres?
La muerte como espectáculo
Estudio sobre la “realidad horror”
Michela Marzano
Traducción de Nuria Viver Barri
108 páginas
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